El enólogo Julio Mourelle se incorpora como asesor a la bodega Finca Míllara

La incorporación de Julio Mourelle, como nuevo enólogo asesor de Finca Míllara, forma parte del nuevo plan de expansión e internacionalización puesto en marcha por la bodega para los próximos años. Este enólogo de origen gallego, y con clara vocación internacional, cuenta con más de 25 años de experiencia asesorando a bodegas de renombre como Pagos de Marqués de Griñón, o la californiana Sterling Vineyards.

“La bodega tiene un gran potencial, gracias a sus tan singulares viñedos y a lo bien cuidados que están. Siento que los vinos deben de profundizar en su carácter atlántico, su frescura y acidez, con profundidad y bien integrada. Me gustaría ayudar con mi experiencia a potenciar la imagen internacional de Finca Míllara y conseguir una proyección en la exportación acorde a los méritos del proyecto”, Julio Mourelle.

Siempre buscando la esencia última de las cosas, ya desde joven se interesa por la química, llegando a licenciarse en Farmacia por la Universidad de Santiago de Compostela, y especializándose, precisamente, en fisiología vegetal. A principios de los años 90, e impulsado por el éxito y la pequeña revolución que supuso la D. O. Rías Baixas en la sociedad gallega, decide adentrarse en el mundo de la enología y la viticultura en Estados Unidos. Esto lo lleva hasta la Universidad de California a realizar un máster en enología y viticultura, en el campus de Davis.

Durante los tres años que dura su estancia y formación internacional, comienza a despegar su carrera profesional en este campo. Su primera experiencia es en la vendimia del 93 para la bodega Stag’s Leap Wine Cellars, en el valle de Napa en California. Más tarde se incorpora como enólogo asistente en Sterling Vineyards, siendo el responsable del extenso programa de vinificaciones experimentales de la bodega.

De los valles californianos, da un salto hasta Malpica del Tajo, para convertirse en el enólogo de Pagos de Familia Marqués de Griñón, compañía que ha sido pionera en varios aspectos a nivel mundial, empleando nuevas técnicas en viticultura como el riego subterráneo, conducciones novedosas o la fermentación en “huevos” de hormigón. Ha sido también partícipe en otras innovaciones relevantes, como la producción de los primeros Syrah y Petitverdot españoles así como el primer monovarietal de Graciano no riojano.

Las visitas a los principales mercados para el vino español como los Estados Unidos, Escandinavia, Alemania o Rusia han sido parte fundamental de su tarea profesional. Ha creado equipo con importadores a través de ferias, ha organizado y dirigido catas con periodistas especializados, ha impartido clases magistrales con catas verticales o comparadas para sumilleres, y ha organizado cenas gastronómicas con clientes de las diferentes bodegas con las que ha trabajado.

Definir y comunicar el estilo y la personalidad de los vinos con los que trabaja ha sido siempre su cometido principal. Con intuición y observación, Mourelle intenta buscar siempre lo más representativo de la tierra, independientemente de las variedades utilizadas.